domingo, 10 de marzo de 2024

Adiós, Sensei


Esta semana, la infancia de muchos ha sido partida, pues nos levantamos con la fatídica noticia del fallecimiento de Akira Toriyama, creador de Dragon Ball y otras muchas obras que han acompañado las vidas de muchos de nosotros. 

Y, os voy a ser sinceros, no tenía pensado escribir estás líneas, porque aunque sí que me gusta Dragon Ball, no me consideraba yo un gran fan, sobre todo, comparándome con las centenas de personas que le han dedicado palabras de cariño a este gran autor. Yo no me recuerdo un gran seguidor del anime y el manga lo leí ya de mayor, en la universidad, después de haber leido ya otras obras que me engancharon más. Es más, debido a que ya conocía la historia hasta el hartazgo, no la disfruté tanto como esperaba, llegando a dejarla apalancada por un largo periodo de tiempo. 

Así que, aunque me afectó la muerte de alguien a quien, de un modo u otro, consideraba parte de mi vida, no me sentía tan arraigado a su obra como para dedicarle algo más que un par de palabritas de agradecimiento junto con la trillada imagen de su más icónico personaje. 

Pero, me paré a reflexionar, a pensar en todo lo que realmente ha significado la obra de Toriyama y como ha influenciado mi vida y, solo me salen palabras de agradecimiento. No solo me ha dado horas de entretenimiento, sino algo más importante: personas a las que llamar amigos. 

Amigos con los que he pasado miles de horas jugando a intentar lanzar rayos de energía por las manos. 

Amigos con los que me he retado a los tazos o a los cromos. 

Amigos con los que cansamos a aquel profesor con nuestras preguntas sobre Dragon Ball. ¡Que paciencia nos tuvo! Y cuanto nos enseñó. 

Amigos junto con los que me he pasado videojuegos, emulando aquellas batallas de Son Goku, Vegeta o Freezer. 

Amigos con los que he imaginado historias, que luego nunca terminábamos plasmando en el papel.  

Amigos con los que he vivido aventuras. 

Amigos con los que he ido creciendo y compartiendo mi vida, más allá de aquella obra y que, como hicieran los Guerreros Z, cuando uno lo necesita allí estamos los demás.  

Y es que sí, la obra del sensei Toriyama no se limita a unos dibujos en tinta y papel, su obra trasciende más allá. Ha creado una comunidad. Una comunidad donde cabe todo el mundo. Ya sea con Dr.Slump, con Dragon Ball o con los Dragon Quest, todos hemos disfrutado de su obra de un modo u otro.

Así que no me queda más que agradecérselo, sensei. Gracias por ser parte de la vida de tantas personas. Que la tierra le sea leve. 


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