domingo, 15 de octubre de 2023

Reyes y Peones



ESCENA CERO:

[Un coche avanza por la carretera. Las luces de las farolas apenas iluminan su interior. El conductor, un detective privado, fuma después de un trabajo bien hecho. Reflexiona]

Frank Ulrich:[EN OFF] Es curiosa la vida. Un día te crees en la cima del mundo y al día siguiente tus sesos están esparcidos por toda la pared. [Ríe seco: Ja] ¡Demonios, y pensar que todo esto empezó por un simple regalo!

{REYES Y PEONES}

ESCENA I:

[Un bar cualquiera. Un hermano impaciente espera a que llegue su hermana. Parece nervioso. Fuma, inquieto, mirando el reloj de vez en cuando. Ella no suele ser puntual, es algo que normalmente no le importaría, pero aquella noche le molesta especialmente. Por fin, la hermana llega]

Tommy: Elisa, llegas tarde. [Tira el cigarrillo y lo pisa]

EliSA: Unos minutillos de nada, Tommy, tenía un asuntillo que atender.

TOMMY: Va, entremos, aquí fuera hace un poco de frio. [Mira hacia todos lados, ligeramente nervioso, aunque intentando disimular frente a su hermana]

[Él le abre la puerta, invitándola a pasar. Modales caballerosos. Se sientan en una mesa apartada. Tommy se encarga de llevar las bebidas. Notablemente más tranquilo]

TOMMY: Hace demasiado que no nos juntamos, hermana. ¿Qué tal te trata la vida?

ELISA: Bien, supongo. Ya sabes, entre el trabajo, el piso… casi no tengo tiempo para mí. Hace poco me apunté al gimnasio, pero lo he terminado dejando.

TOMMY: Eli, eso no es por falta de tiempo, eso es porque eres incapaz de terminar nada de lo que empiezas.

ELISA: Idiota.

TOMMY: [Ríe] Ahora me dirás que no es verdad. [Enumera levantando los dedos] El curso de pintura, las clases de taekwondo, el taller de costura, la academia de idiomas, cuando te dio por escribir aquel libro… ¿Sigo?

Elisa: Si bueno, pero…

Tommy: El club de senderismo, cuando quisiste aprender a hacer surf, cuando retomaste las clases de pintura y las dejaste a la semana…

Elisa: Vale, queda claro, soy un poco desastre.

Tommy: El carnet de conducir, el cursillo de cocina…

Elisa: ¡TOMMASO, YA!

Tommy: Uy, me ha dado un deja-vu. No me había dado cuenta de lo mucho que te pareces a mamá… que mal rollo. [Finge un escalofrío]

[Ambos ríen]

Elisa: Bueno, ¿y… tu vida que tal va? ¿Ha pasado algo interesante últimamente? ¿Algo que me tengas contar?

Tommy: [Su rostro cambia. De la risa pasa a un rictus más serio] No… nada realmente interesante… [Bebe]

[Eli duda. Sabe que su hermano siempre camina en el límite de la legalidad. Por su tono, deduce que esta vez, va a cruzar ese límite]

Elisa: Tommy, te noto tenso, ¿en qué estás metido? ¿Necesitas ayuda? ¿Para eso me has llamado? ¿Es algo grave? [A cada pregunta va bajando el tono y acercándose a su hermano. Hace rato que ha dejado volar su imaginación]

Tommy: No te preocupes, no es nada de lo que estás imaginando. Vamos, hermanita, siempre has sido demasiado soñadora. Siempre has creído que estaba metido en la droga o en la mafia, pero mírame [Se señala] ¿Está es la pinta de un mafioso?

[Eli niega despacio, aún duda. Ceño fruncido]

Tommy: Elisa, no te comas la cabeza, no es nada grave, simplemente es un nuevo negocio en el que voy a invertir. [Sonríe] No es nada ilegal, ni nada de ese estilo, solo que estoy nervioso porque es mucho dinero el que hay en juego.

[Eli suspira ligeramente aliviada]

Elisa: La verdad es que venía cagada, cuando me llamaste y me dijiste que tenías que contarme algo pero por teléfono no podía ser… [Se corta antes, levemente sobrecogida]

Tommy: Pues claro, boba, quería ver la cara de idiota que pones cada vez que piensas que estoy metido en algo ilegal. Siempre me ha hecho muchísima gracia [Ríe, al ver el gesto de su hermana. Una mezcla entre incredulidad, rabia y vergüenza] Ademas, queria darte esto. [Saca un pequeño paquete, envuelto de manera un poco torpe]

Elisa: Tommy, no tenías que haberte molestado.

Tommy: Hacía mucho que no te hacía un regalo, ademas, es algo que seguro te vendrá bien… [Utiliza un tono misterioso, como queriendo decir que hay algo más en el regalo]

Elisa: En serio, no tenías por qué haberlo hecho [Empieza a romper el papel]

Tommy: Espera. No lo habrás aquí, por favor [Ella lo mira, sospechando. Ahora tiene más ganas de abrirlo] Es que he escrito una nota un poco ñoña y me da vergüenza que la leas en público. Conociéndote, seguro que te emocionas y me montas una escenita.

[La mujer le hace una peineta, sacándole la lengua y guiñándole un ojo. Un gesto que le hacía cuando eran pequeños. El hombre ríe]

Elisa: Eres idiota, Tommy.

[Guarda el pequeño paquete en el bolso. Charlan durante un rato sobre sus cosas. Hace meses que no se ven, pero la conversación gira más en torno a la vida de Eli que a la de Tommy. Ríen. Beben]

Tommy: Creo que va siendo hora de marcharse.

[En la calle]

Elisa: Ya sabes, Tommy, si me necesitas para lo que sea, ya sabes dónde encontrarme. Para lo que necesites, cuenta con tu hermana. [Lo abraza]

Tommy: Gracias, hermanita.

Elisa: Cuídate, ¿vale?

[Tommy asiente, separándose]

Elisa: ¡Ah! Y gracias por el regalo.

Tommy: Adiós, Elisa [Suena como una despedida], cuídate.

[Cada uno se marcha hacia un lado. Tommy se enciende otro cigarrillo. Sigue nervioso, pero ha hecho lo que creía conveniente. Sus espaldas están cubiertas]

ESCENA II:

[Han pasado un par de dias desde el encuentro entre los hermanos. Eli había olvidado completamente el regalo de Tommy. Lo encuentra de casualidad, buscando los cascos del móvil, mientras se prepara para ir al gimnasio]

Elisa: Joder, juraría que los había dejado en la mesilla… ¿Qué he hecho con ellos? [Se agarra el mentón y mira hacia el techo, pensativa] ¿Los tendré en la sala? No creo… Piensa, Eli, piensa, ¿Qué hiciste con los dichosos auriculares? [Pasea la mirada por la habitación. Se topa con el bolso] ¡CLARO, COÑO, LOS USÉ EL SÁBADO EN EL TREN! Que tonta, si ayer no salí, ¿Dónde iban a estar sino? Pues en el bolso.

[Abre y mete la mano en el bolso. Se topa con la pequeña caja y la saca]

Elisa: ¡Hostias, el regalo de Tommy! Ni me acordaba. La verdad es que tuve un día de perros. Cuando llegué a casa solo quería meter una pizza en el horno y verme el final de Valeria. Y ayer se me pasó totalmente.

[Lo abre, nerviosa, como un niño que abre su regalo de reyes. Es un reloj]

Elisa: Que gracioso, Tommy, que gracioso. Esta te la devuelvo. [Saca la cajita del reloj, descubriendo la nota de su hermano. Lanza la caja sobre la cama, le importa más aquella nota “ñoña”. La desdobla y comienza a leer]

TOMMY:[EN OFF] [Escuchamos lo que pensaba mientras iba escribiendo la carta, mientras vemos cómo va cambiando la cara de Elisa] Querida hermana… [Varía el tono, algo más relajado] No sé si debería empezar así, suena demasiado formal. Bueno, da igual, tampoco es que importe tanto. [Vuelve al tono solemne de antes] Querida hermana, si estás leyendo esto es que las cosas no han salido como esperaba. Supongo que no habré sido capaz de decírtelo en el bar. (No es algo sencillo de explicar, ni siquiera lo es por carta). Esta vez tenías razón, esta vez he sobrepasado el límite de lo legal. No es nada peligroso, no quiero que te preocupes, es un simple trabajillo, nada más… [Volvemos a cambiar de tono, otra vez el relajado] No sé si así se relajará, pero haga lo que haga, ella se va a poner hecha una moto, así que así tendrá que valer [Otra vez el tono solemne] No debería pasar nada malo, pero, en caso de que me pase (que no me tiene por qué pasar), no llames a la policía, ni hagas nada por el estilo, debes ponerte en contacto con este número… [Otro cambio de tono, al relajado] Espero que si la cosa se desmadra, él sea capaz de solucionarlo. [Una última vez, el tono solemne] Tu hermano, que te quiere, Tommy.

Elisa: [Totalmente descolocada] Esto tiene que ser una puta broma. Esto no puede ser real. Tiene que ser una puta broma del puto gilipollas de Tommy. Eso es. Pues se va a enterar [Coge el teléfono y llama a su hermano, pero comunica. Llama de nuevo, cada vez más nerviosa] Vamos, Tommy, cógelo. No me jodas, cógelo. [De nuevo comunica. Ella, ligeramente ansiosa, lo intenta una vez más] Vamos, Tommaso, joder, contesta. Contesta. Por favor, contesta.

Tommy: Hola, soy Tommy…

Elisa: ¡Tommy, por amor de Dios!

Tommy: … Ahora mismo no puedo atenderte, pero si es importante, por favor deja tu mensaje despues… [Eli cuelga, totalmente desesperada]

[Le tiemblan las manos. Hiperventila. Lee la nota de su hermano un par de veces más, sin saber qué hacer. Logra marcar el número a la tercera y temblando, pulsa el botón de llamada]

ESCENA III:

Frank: [Gruñendo. La llamada acaba de despertarlo] ¿Sí? ¿Quién es? ¿Qué pasa?

EliSA: [Duda de si es de fiar o no] ¿Hola?

FRANK: ¿Sí? ¿Quién es? Como seáis otra vez los del teléfono voy a ir a vuestras oficinas y os voy a meter las putas ofertas por el culo, el puto internet, la puta tarifa plana y los putos datos móviles, y cuando estén bien profundo, os voy a grapar el ojete… [Va in crescendo]

ELISA: [Totalmente acojonada] Lo siento, no lo quería molestar… Mi hermano me dejó una nota diciéndome que si algo salía mal me pusiese en contacto con usted.

FRANK: ¿Si algo salía mal? ¿Algo de qué?

ELISA: No lo sé. Nunca llegó a decírmelo.

FRANK: Lo siento, pero no me interesa.

ELISA: Por favor, ayúdeme, mi hermano ha desaparecido.

[Frank, hasta ese momento sentado en el sofá, se levanta y camina por su apartamento. Entra al baño y se mira al espejo, hace un par de dias que se afeitó, pero ya tiene pelusilla. Se pasa la mano por la barba]

ELISA: Creo que mi hermano está metido en algún tema de mafias.

FRANK: [Emocionado porque puede venírsele un caso gordo] ¿Qué? Señorita, será mejor que hablemos esto en persona. Puede que sea demasiado delicado hablarlo por aquí. Si es verdad que está metido en un asunto de esos [baja el tono] Puede que la estén vigilando a usted también.

[Eli duda. No le ha causado una buena primera impresión, pero Tommy confiaba en él de algún modo. Termina aceptando]

ELISA: De acuerdo.

FRANK: Bien, bien [Camina hasta su habitación, a mirar el armario] ¿Qué le parece en una hora? A eso de las cinco en…

ELISA: El mirador de La Dama Blonda. [Prefiere quedar en un sitio concurrido, no se termina de fiar de aquel hombre]

F: Está bien. En una hora en el mirador.

E: ¿Cómo lo reconoceré?

F: No se preocupe, yo la encontraré a usted [Cuelga]

[Aquella última frase no es para nada tranquilizadora. Eli duda aún más sobre si ir o no. Finalmente, después de leer la nota de Tommaso una vez más, se llena de valor y va]

 

ESCENA IV:

[En el mirador. Eli espera sentada en un banco. Analiza nerviosa a cada hombre que pasa a su alrededor. Frank se sienta al otro lado del banco. Ella ni siquiera espera que ese chico sea su cita]

Frank: Hace una buena tarde.

Elisa: [Mirándolo extrañada] Sí.

Frank: Aunque ya empieza a refrescar.

Elisa: Sí.

Frank: Y anochece antes. Es peligroso andar por esta ciudad de noche, nunca sabes que peligros te acechan a la vuelta de la esquina.

[Ella lo mira, asustada. No es normal que un hombre se siente a tu lado y lo primero que te diga sea que la ciudad es peligrosa. Su nerviosismo incrementa notoriamente. Piensa que es un mafioso. Rebusca en el bolso un spray anti-violadores]

Frank: Frank Ulrich, creo que no me presenté cuando hablamos antes. [Le tiende una mano]

Elisa: [Saca las manos del bolso. Para disimular, coge un paquete de pañuelos] ¿Es usted el hombre con quien hable? Me lo esperaba más…

Frank: Ya, más experimentado. Más veterano. Me lo dicen mucho.

Elisa: No, no [Avergonzada], no era eso…

Frank: Lo mismo da. [Silencio ligeramente incómodo] Bien, pues empecemos por el principio. ¿Quién es su hermano? ¿Por qué sospecha que ha desaparecido? ¿Tiene alguna idea, a parte de la nota, de dónde o quien o para qué lo retienen?

Elisa: [Le entrega la nota] Mi hermano se llama Tommaso Carbone [Frank se sorprende al escuchar ese nombre]. Hace unos días quedamos y me pareció que estaba nervioso. Me dio un regalo en el que venía eso [Señala la nota].

Frank: [La lee] [Para sí mismo] ¿En qué te has metido ahora, Tom?

Elisa: ¿Entonces, puede ayudarme?

Frank: Sí, pero, mis tarifas no son para nada baratas.

Elisa: ¿Tarifas?

Frank: Claro, yo no hago esto por amor al arte, de algo hay que vivir.

Elisa: [Con miedo a preguntar] ¿Qué se supone que eres?

Frank: Detective privado.

[Elisa suspira aliviada, creía que era un asesino a sueldo o algo peor]

Frank: Por tu suspiro deduzco que creías que iba a ser algo más peligroso… [Ensombreciendo el gesto. Queriendo parecer duro] No me subestimes, mujer, no hay nada más peligroso que un hombre que no tiene nada que perder.

[Elisa se siente incómoda. Frank vuelve a hablar con calma]

Frank: Pero retomemos el pago. Por ser quién eres y por la amistad que tengo con tu hermano, te haré una rebaja… [Pensativo] ¿25.000? Sí, eso bastará.

Elisa: [Sorprendida. Incrédula. Para ella, todo es parte de una broma] ¿25.000? ¿qué? Pensé que…

Frank: ¿Pensabas que lo iba a hacer gratis? ¿Qué? ¿Qué te ayudaría sin más? [Ríe seco: Ja] No, chica, no, no soy una hermanita de la caridad.

Elisa: Pero yo no tengo tanto dinero… 

Frank: No es mi problema. Yo vivo de esto.

Elisa: Pero… por favor [Sollozando] Por favor, mi hermano confiaba en usted.

[Frank se levanta. No quiere que la mujer le monte una escena. Es lo que más le desagrada de su trabajo, cuando intentan apelar a su corazón]

Elisa: Por favor, no tengo dinero, pero le podré pagar… como sea [Ella se levanta y va detrás. Se pega a él, insinuándose]

Frank: Apártate [La aparta con brusquedad. Está cansado y molesto. Él esperaba poder aceptar el caso, parecía jugoso por lo que le había dicho por teléfono, pero no es más que un desaparecido. Aunque sea un viejo conocido, si no está dispuesta a pagar, no merece la pena]

Elisa: Por favor. Por favor. Ayúdeme. Ayude a mi hermano. Encuéntrelo, por favor [De la desesperación, llora] Por favor, es lo único que me queda. Solo nos tenemos el uno al otro. Por favor, si a él le pasase algo, yo me moriría. Por favor, ayúdeme. Encuentre a mi hermano. Por favor.

[Frank, que había comenzado a alejarse, se detiene al escuchar esas palabras. Se voltea ligeramente, para verla arrodillada]

Elisa: Por favor.

[Frank vuelve a caminar, dejando a la mujer allí sola]


ESCENA V:

[Ha pasado un día. Frank lleva dándole vueltas a su encuentro con Elisa. Intenta distraerse cortando algo de leña, no puede quitársela de la cabeza. Su voz le resuena constantemente, sus súplicas. Va a la cocina, se sirve una copa e intenta reflexionar. Algo le hace recuerda que él tambien perdió a alguien y no pudo hacer nada para remediarlo. Coge el teléfono. Duda en si ayudarla o no. Juguetea, pasando el dedo sobre su contacto. Sobre el botón de llamada. Vuelve a escuchar sus súplicas]

Elisa [EN OFF]: Por favor… es lo único que me queda… solo nos tenemos el uno al otro… Ayude a mi hermano…

[Suelta el teléfono. Apura la copa de un trago. Recuerda la voz de su hermano. Sus últimas palabras]

HERMANO FRANK [EN OFF]: No te preocupes, hermano, será solo un momento. Ahora vuelvo.

[Hace pucheros]

Hermano Frank[EN OFF]: Ahora vuelvo… Solo un momento… Ahora vuelvo… Ahora…

Elisa[EN OFF]: Por favor… mi hermano…

Hermano Frank[EN OFF]: No te preocupes…

Elisa[EN OFF]: Lo único que me queda…

Hermano Frank y Elisa[EN OFF]: Hermano.

[Frank aprieta los puños, lleno de rabia. No quiere llorar. Se desquita golpeando la mesa con el puño]

FRANK: ¡JODER!

[Recoge el móvil, pulsando llamada. Camina inquieto, apretando el puño, por la estancia]

Elisa: ¿Sí? [Tímida, no ha reconocido el número]

Frank: Lo haré. [Suspira] No te preocupes por el dinero. Esta corre de mi cuenta.

Elisa: [Notablemente ilusionada] ¿EN SERIO? Oh, dios mío… muchas gracias. Muchas gracias. Estaré en deuda con usted. Siempre. Se lo pagaré, lo prometo.

Frank: [Habiéndose apartado el teléfono para no escuchar los agradecimientos. Esa es otra parte que no soporta de su trabajo] Cuando tenga algo me pondré en contacto contigo.

Elisa: Gracias, de verdad, muchas gra… [Frank corta la llamada antes de que termine de hablar]

[Camina de nuevo por la estancia. Intentando poner en orden sus pensamientos. No tiene nada por dónde empezar, simplemente la nota que le dio. Necesita algo. Un inicio. Una pista… y sabe quién se la puede proporcionar. Busca de nuevo en la agenda de su teléfono]

EL INFORMADOR: ¿Aló? ¿Quién es?

Frank: Hola, Bob Gray, soy…

Informador: ¡Oh, Franky!

Frank: No me llames así [Murmura, molesto], ya sabes que no me gusta.

Informador: Hacia mucho que no me llamabas, muchacho, ¿Qué tripa se te ha roto ahora?

Frank: Creo que tengo algo interesante.

Informador: Franky, tú siempre crees tener algo interesante entre manos.

Frank: Está vez es diferente, Bob Gray, esta vez puede estar involucrada la Familia Piscoli.

Informador: [Sorprendido] Esos son palabras mayores, muchacho.

Frank: Lo sé, Bob Gray, por eso te necesito.

Informador: ¿Y que se supone que quieres?

Frank: Lo de siempre [Pausa dramática] información.


{ELIPSIS}


ESCENA VI:

[No movemos de noche. A las afueras, cerca de algún polígono. Dos hombres vuelven nerviosos al coche. Llevan un maletín. La entrega ha salido bien]

MALO-1: Vámonos ya, este sitio me da escalofríos.

MALO-2: Espera un momento, tengo que mear.

Malo-1: ¿En serio? ¿Tienes que mear ahora? ¿No puedes aguantar a que nos vayamos de aquí?

Malo-2: No. Estás cosas me alteran la vejiga. [Se aleja, mirando hacia todos lados, en busca de un buen lugar para orinar]

Malo-1: Por lo menos dame las llaves, que aquí hace frio… [Se queda mirando el coche que hay aparcado cerca del suyo] ¿Oye, ese coche estaba ahí antes?

FRANK: No.

[El Malo-1 siente el cañón de una pistola en su cabeza. Se gira despacio, dejando el maletín despacio en el suelo. Frank busca al otro hombre con la mirada, sin dejar de apuntar al primero]

Malo-1: ¿Quién te envía? ¿Son los Fosco? ¿Los Latinos? ¿Los chicos del Navajas?

Frank: Frío. Frío. [Está juguetón. Hace demasiado que no tiene una oportunidad de divertirse de esa manera]Digamos que me envía el demonio a juzgar a unos malos tipos.

Malo-1: ¿Eres un pitufo? [Cada vez más nervioso]

Frank: [Ríe por un rato, pero enseguida vuelve a resultar amenazador] Para ti seré Papá Pitufo. [Aprieta la pistola contra la sien del hombre] Ahora me vas a decir…

Malo-2: ¡Eh, puto pitufo, suelta la pipa!

[Frank nota un pinchazo en la espalda. Se gira lentamente, alzando las manos. Al hombre que lo apunta le tiembla el pulso. Frank sonríe. Apenas son unos novatos]

Malo-2: ¿Qué te hace tanta gracia, puto pitufo? Borra esa sonrisa. [Comienza a temblarle la voz] ¿Qué quieres, que te dispare? ¿Qué te pegue dos tiros aquí mismo? No me das miedo. Te mataré.

Frank: Tranquilo chico. [Mueve las manos, para que vea que lo tiene totalmente a su merced] Tranquilo. Estamos todos tranquilos, ¿verdad? [Se gira a mirar al otro hombre, que aún sigue con el susto de su vida] ¿Verdad?

[El otro hombre asiente despacio. Frank sonríe]

Frank: [Murmurando] Bien.

COREOGRAFÍA : 

FRANK APRIETA EL PUÑO DE LA PISTOLA, SE GIRA RÁPIDO Y LE PROPINA UN PUÑETAZO AL MALO2, EN LA MANDÍBULA. APROVECHANDO EL DESCONCIERTO, SE GIRA Y DISPARA A LA RODILLA DE MALO1. VUELVE A CENTRARSE EN EL MALO2, QUE BUSCA LA PISTOLA, ATURDIDO. LE APUNTA A LA CABEZA. EL MALO2 LEVANTA LA CARA. FRANK NIEGA CON UN DEDO, INDICÁNDOLE QUE SE PONGA EN PIE. EL MALO2 OBEDECE. FRANK SE GUARDA LA PISTOLA, LE MUESTRA LAS MANOS Y LE HACE UN GESTO PARA QUE VAYA A POR ÉL. MALO2 LANZA UNOS SUAVES PUÑETAZOS QUE FRANK BLOQUEA SIN NINGUN PROBLEMA. LO AGARRA DEL BRAZO, INMOVILIZÁNDOLO Y DEJÁNDOLO EXPUESTO. CONTRAATACA, CON UNA SUCESIÓN DE GANCHOS A LAS COSTILLAS DE MALO2. AL ULTIMO GANCHO LO SUELTA, DIRIGIENDO EL GOLPE AL ESTOMAGO. MALO2 SE DOBLA. FRANK LO AGARRA DE LA CHAQUETA Y LO LANZA HACIA DELANTE. MALO2 CAE AL SUELO. FRANK VUELVE A HACERLE EL GESTO PARA QUE VAYA A POR ÉL. MALO2, FURIOSO, SE LANZA EN UNA EMBESTIDA, AGARRÁNDOLO POR LA CINTURA. APENAS LO MUEVE. FRANK LE DA UN MANDOBLE EN MITAD DE LA ESPALDA. MALO2 NO LO SUELTA, AUNQUE AFLOJA UN POCO EL AGARRE. FRANK LO AGARRA DE NUEVO POR LA CHAQUETA, LO LEVANTA UN POCO Y LE PROPINA UN RODILLAZO EN LA CARA. MALO2 CAE INCONSCIENTE.

[Frank vuelve junto a Malo-1. El hombre se arrastra, sollozando y agarrándose la pierna. Frank se acuclilla frente a él]

Frank: No llores, solo es un rasguño. Sobrevivirás.

Malo-1: Hijo de puta.

[Frank le enseña la pistola]

Frank: Aun tienes otra pierna, no me hagas dispararte otra vez.

Malo-1: Bastardo. ¿Qué quieres?

Frank: Ya nos empezamos a entender. Quiero información. ¿Dónde tenéis a Tommaso Carbone?

Malo-1: No lo sé [Sollozando]

Frank: Respuesta incorrecta. [Saca la pistola]

Malo-1: No lo sé.

Frank: Vuelves a equivocarte. [Le apunta a la cabeza]

Malo-1: No lo sé, de verdad, no lo sé. Yo solo soy un recadero.

Frank: ¿Y quién lo puede saber? [Aprieta la pistola contra la cabeza]

Malo-1: Por favor, no me mate.

Frank: ¿Quién puede saberlo?

Malo-1: Solo llevo una semana en esto. Por favor.

Frank: ¡RESPONDE!

Malo-1: No lo sé. No lo sé… [Un instante callado, como si hubiese tenido una epifanía] Alonso. Eso es, Alonso. Alonso me contrató.

Frank: ¿Alonso? ¿Alonso que más?

Malo-1: No lo sé [Frank amartilla el arma] ¡QUIJANO! ¡ALONSO QUIJANO! Él me contrató. Él sabe más que yo. Él te dará las respuestas que quieres.

[Frank se levanta. Recoge el maletín. No sabe lo que contendrá, pero puede valer para algo]

Frank: Hazte un torniquete, chico, si no quieres desangrarte en lo que llega la ambulancia… [Da un par de pasos hacia su coche. Se gira a mirar al muchacho herido] Ah, y cambiad de vida. Si no estáis dispuestos a morir, este no es un trabajo para vosotros.

[Frank se sube en el coche. Tira el maletín en el asiento trasero. Mientras conduce, manda un mensaje a Bob Gray: Alonso Quijano]

{ELIPSIS}

[Frank espera apoyado en el capó del coche del tal Alonso Quijano. Bob Gray ha tardado un día en recabar información sobre él. El tal Quijano aparece, distraído, por una esquina]

Frank: ¿Alonso Quijano? ¿O debería llamarlo, John Silver? ¿O prefiere Claude Frollo?

Alonso: ¿Perdone? Creo que me confunde.

Frank: ¿En serio? ¿Quizá debería llamarlo por su nombre, no? Señor Vázquez.

Alonso: ¡Mierda! [Empieza a correr, huyendo de Frank].

Frank: [Cansado por la situación] Joder.

[Persecución corta. Frank lo alcanza y lo agarra de manera disimulada, para no llamar tanto la atención]

Alonso: ¿Quién eres? ¿Quién te envía?

Frank: No te importa.

Alonso: ¿Qué quieres? Tengo dinero, puedo darte lo que quieras.

Frank: No me interesa el dinero.

Alonso: ¿Entonces qué? ¿Qué quieres? Te daré lo que sea.

[Frank lleva hasta un lugar alejado]

Frank: Busco información. [Se abre el abrigo para que vea el arma]

Alonso: Te diré lo que quieras, pero no me mates.

{Aquí se abren dos opciones: terminar la conversación con Alonso Y hacer una secuencia de Frank buscando a diferentes personas e interrogándolos (sin dialogo, solo video), mientras se sobrepone una especie de mapa conceptual con los nombres de diferentes miembros de la mafia, en la que se va viendo como tacha nombres o los va añadiendo, y una línea roja que va de un nombre a otro. O, hacerla directamente}

 

ESCENA VII:

[Pasamos a donde quiera que estén los malos]

MALO-3: Señor, ha llegado.

EL CAPO: Bien, bien, hacedlo pasar.

[Malo-3 sale y entra acompañando a Malo-2. Empujan a un hombre, es el Informador de Frank. El hombre tiene signos de haber sido golpeado. Lo hacen arrodillarse frente al Capo]

Capo: Bien, ¿así que, tú eras quien estaba ayudando al imbécil de Franky?

Informador: [Le levantan la cara] Bastardo.

Capo: [Ríe] Creo que tú y yo nos vamos a divertir…

{ELIPSIS}

[Frank ha descubierto cosas. Cosas que no le gustan. Lleva toda la mañana llamando a Bob Gray, pero no consigue que le conteste]

FRANK: Vamos, Bob Gray, coge el puto teléfono. Vamos, cógelo. El puto teléfono, Bob, el puto teléfono. No me jodas, Bob Gray, no me jodas. Esta gente es peligrosa, ¿no habrás sido tan inútil como para dejarte…? [La frase va perdiendo fuerza. Se acaba de dar cuenta de algo. Busca entre los contactos el número de Elisa. Comunica] No me jodas. No me jodas. [Sale de la casa y se monta en el coche] Espero estar equivocado.

{ELIPSIS}

[Frank llega al piso de Elisa. Toca el timbre. No contestan. Fuerza la cerradura para entrar. Sube al piso y se encuentra la puerta abierta. Prepara la pistola y entra. No da ni dos pasos, cuando ve los pies de la mujer, tirada en el suelo. Corre a socorrerla, pero es tarde. Está muerta. Frank descubre una pequeña pieza de ajedrez: un peón. Frank lo recoge con rabia. Sabe lo que tiene que hacer]

{ELIPSIS}

 

ESCENA FINAL:

{¿COREOGRAFÍA?}

[Nos transportamos a la cima de un monte. Unas vistas impresionantes.  Frank llega con la pistola preparada y el peón en la otra mano]

IMPORTANTE: LA CÁMARA TIENE QUE ESTAR DETRÁS DE FRANK PARA QUE NO SE VEA AL VERDADERO MALO, HASTA QUE HABLE

TOMMY: Sí que has tardado, Franky. [Se gira, abriendo los brazos] A mis brazos, amigo.

FRANK: [Molesto] ¿Qué significa todo esto?

[Frank le lanza el peón. Enfadado y brusco, agarrando la pistola con firmeza. Tommy ríe, cogiendo la pieza al vuelo]

Tommy: ¿Has venido a matarme?

[Frank no responde, simplemente lo mira a través de la pistola]

Tommy: [Mirando la pieza] Frank, en el mundo hay reyes y peones. Hay quien ha nacido para gobernar y quien ha nacido para servir.

Frank: [Enfadado] No me vengas con tus mierdas.

Tommy: [Sin prestar atención a las palabras del otro hombre] Ven, acércate. [Hace gestos. Frank se acerca despacio, apuntándolo] Mira [señala el horizonte] todo lo que alcanza tu vista, absolutamente todo, está ahora bajo mi poder. Ahora, Franky, soy un rey… [Devolviéndole el peón]

Frank: [Sorprendido, mirando la pieza] ¿Qué?

Tommy: ¿Recuerdas la primera vez que nos encontramos aquí? [Se sienta en el vértice geodésico (el troncho rojo y blanco, para que nos entendamos), mira hacia el cielo, rememorando aquel día. Ríe] No éramos más que dos críos pretenciosos. Queríamos comernos el mundo. Queríamos ser reyes… pero no puede haber dos reyes en la misma parte del tablero. Cada uno eligió su camino. Tú decidiste convertirte en un peón y yo siempre luché para ser un rey. [Echando la cabeza atrás, para mirarlo] He vivido toda mi vida para llegar a este momento. Y la cosa no ha hecho más que empezar. [Se levanta. Se acerca a Frank ofreciéndole un puro] Celebremos este momento, Frank, el nacimiento de un nuevo imperio. El imperio de Tomasso Carbone.

Frank: ¡Te has vuelto loco!

Tommy: No amigo, [Se acerca a abrazarlo y le mete el puro en el bolsillo del pecho. Le da un par de toques] estoy más cuerdo que nunca. Por fin he cumplido mi sueño, Franky, y todo ha sido gracias a mi hermanita.

[Frank baja un poco el arma. Las palabras de Tommy lo han pillado a contrapié. Se siente confuso y baja la guardia. Se acaba de dar cuenta de que la utilizó, pero no quiere mostrar sus cartas tan rápido, antes, quiere saber el motivo]

Frank: ¿Qué quieres decir?  

Tommy: Franky, ya te lo he dicho, en este mundo solo hay reyes [Pausa dramática. Sonríe] y peones.

Frank: [Explota. Encabronado] ¿Quieres decir que la usaste? ¿Qué no era más que peón? ¿Usaste como un simple peón a tu propia hermana? ¿Y luego la mataste? ¿Fuiste tú quien estuvo con ella sus últimos minutos o mandaste a alguien? ¡Era tu hermana, Tomasso. Tu puta hermana, joder! [Vuelve a encañonarlo con el arma]

Tommy: Los peones están para eso, ¿no? Para sacrificarse por el rey.

Frank: ¡La destrozaste, Tommy! ¡La rompiste! ¿Acaso te daba igual como se sintiese? ¿Acaso te daba igual tu propia hermana? [Gesticula y vuelve a apuntarlo con firmeza]

Tommy: Franky, ¿por quién me tomas? [Sonríe] No la obligué a nada. Todo lo hizo por voluntad propia. 

Frank: ¡La usaste como un peón! ¿Y para qué? ¿Qué has conseguido con eso?

Tommy: Todo, Franky, absolutamente todo. Ella era una pieza clave para poder contactar contigo y poner el plan en marcha.

Frank: [Atónito] ¿Contactar conmigo? ¿Por qué la enviaste a ella? ¿Por qué no lo hiciste tú mismo?

Tommy: Relájate, Franky [Volviendo a sentarse], necesitaba que no supieses nada. Tú “moral” [remarca las comillas con los dedos] te hubiese impedido aceptar mi encargo, pero sabía que con ella bajarías la guardia. Siempre has tenido esa debilidad, siempre has querido ayudar a todos, salvarlos a todos. Sabía que con mi hermana no sería distinto. Eres tan predecible.

[Frank no responde, simplemente vuelve a asegurar el arma]

Tommy: Vamos, Franky, deja de jugar [se levanta y le baja el arma], ambos sabemos que no vas a matarme. Que no podrías matarme. Que no quieres matarme. [Pasa a su lado, dándole la espalda] ¿Sabes qué? Siempre he creído que serías un buen comisario…

[Frank baja la guardia por segunda vez]

Tommy: Eres tenaz, eres leal, eres diligente… reúnes todas las cualidades para dirigir, no solo una comisaría, sino a todo el cuerpo. Ven conmigo, se mi mano derecha y pondré toda la Policía a tus pies.

[Frank duda. Siempre ha querido ser comisario para poder acabar con la delincuencia en las calles, pero aceptando la propuesta de Tommy, no estaría siendo fiel a su sueño]

Tommy: Vamos, Frank, sabes que lo deseas… [Apoyándose contra Frank] Comisario Ulrich, suena bien, ¿verdad?

[Frank vuelve a dudar]

Tommy: Siempre te he considerado un hermano, Frank [le tiende la mano], únete a mí, dejarías de ser un simple peón, te volverías un rey, como yo. Podríamos gobernar el mundo si nos lo propusiésemos.

[Frank toma su mano y tira para abrazarlo]

Frank: A veces, un simple peón basta para acabar con el rey [Y dispara: PAM!!]

[Frank apoya a Tommy contra la base del vértice geodésico. Tommy lo mira sorprendido, mientras la luz de sus ojos se apaga. Frank le deja el peón en la mano]

Frank: [Murmurando] Jaque mate, Tommy.

[Frank se va lentamente. El último plano es un muy primer plano del peón en la ensangrentada mano de Tommy]

{CRÉDITOS}

[Mientras pasan los créditos, se ve a Frank en el coche, enlazando con la escena del principio]

No hay comentarios:

Publicar un comentario